Esterilizar a una mascota es un procedimiento beneficioso para la salud y bienestar general de ésta. Además ayuda a evitar la procreación de numerosos animales que terminan viviendo en las calles. La falta de información que existe hoy sobre este procedimiento es un factor que influye mucho en el porqué la mayoría de los dominicanos no lo consideran una opción.
A continuación desenmascaremos algunos mitos acerca de la esterilización:
MITO: Si no dejo que mi perra/gata tenga al menos una camada, le va a dar cáncer.
¡Totalmente Falso! No hay evidencia médica que sostenga este argumento. Todo lo contrario. Mientras más temprana la esterilización o castración mejor. Esta sencilla cirugía diminuye el riesgo de desarrollar un sinnúmero de enfermedades como tumores en las mamas, o cáncer en los ovarios en las hembras y cáncer en los testículos o enfermedades de la próstata en los machos.
MITO: Si esterilizo a mi mascota, se volverá floja, arisca y engordará mucho.
Falso. En muy raras ocasiones el comportamiento del animal cambiará para volverse flojo. Eso puede venir por una depresión post-operatoria si uno no le brinda el cariño y la atención adecuada para su recuperación. Algunas mascotas tienden a subir de peso después de la operación puesto que sí se produce una ligera disminución en la taza metabólica, se les puede contra restar disminuyendo un 25% la cantidad de alimento que consumen diariamente.
MITO: El comportamiento de mi perro va a cambiar.
Falso. En lo único que puede cambiar es que, en la mayoría de los casos, los animales tenderán a vagar menos en las calles, se salvan de infecciones de transmisión sexual y no marcarán su territorio. Algunos machos con problemas de agresión pueden mejorar ya que la agresión puede verse ligada con niveles de testosterona, pero esto no quiere decir que se afecte el comportamiento del perro guardián; éste permanecerá intacto.
Fuentes: http://afad.org.mx, http://www.hsi.org
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